Los viñedos están agrupados en torno a la bodega que acoge las instalaciones para la elaboración de diferentes vinos. Este hecho permite que las vendimias puedan entrar de manera muy rápida.

Los principales criterios que rigen la organización de la bodega se pueden resumir en tres conceptos: calidad, respeto a la materia prima e identidad.

Obtener uvas de calidad es nuestro primer objetivo. Ésta es la razón por la que el dominio trata de aislar la mejor uva durante todo el proceso, desde la cepa a la elaboración de los vinos.

Por otro lado creemos que cuanta más calidad tiene la materia prima, menos necesaria es la intervención a nivel de proceso de elaboración y de crianza. Intentamos reducir al máximo las intervenciones que podrían dañar la uva, a fin de respetar la calidad original de la fruta.

En definitiva, la filosofía del dominio es aportar un servicio personalizado a cada uno de nuestros vinos. Dado que los factores que intervienen en el desarrollo de un caldo son múltiples (el tipo de uva, el suelo, el clima, el tiempo de fermentación, la crianza…) nosotros concebimos la elaboración de cada vino como un «camino» único que no se puede reproducir y que no puede ser normalizado, siendo así un método que no puede ser sistemáticamente repetido. En definitiva, viendo la complejidad de los trabajos vinícolas y enológicos, nosotros trabajamos el “individualismo” en cada fase de su elaboración, teniendo en cuenta las especificaciones de cada uno de nuestros vinos.