El año 2019 fue un poco particular desde el punto de vista climático. Por lo que se refiere a la pluviometría, los meses de enero, febrero y marzo registraron muy poca lluvia; el mes de abril, en cambio, fue muy lluvioso, mientras que de nuevo los meses de mayo, junio y julio registraron muy baja pluviometría y agosto pasó prácticamente sin llover. En septiembre cayeron dos episodios de lluvia muy bien situados para que las uvas pudieran acabar su maduración. A finales de octubre la lluvia cayó por fin muy copiosamente, lo que ha permitido que el suelo retenga y acumule reservas hídricas para la campaña 2020.

Por su parte, las temperaturas fueron cálidas, con 1°C de media por encima de los registros de la última década, a excepción de los meses de abril, mayo y junio, cuyas temperaturas se situaron justamente en la media de las de los últimos años.

La vendimia empezó el 30 de agosto de 2019 con el Chardonnay y concluyó el 3 de octubre con las Garnachas negras para los tintos. Se empezó así con la variedad Chardonnay el 30 de agosto -2 semanas más tarde que en 2018-, siguiendo el 2 de septiembre con la Chenin y el 6 de septiembre con la Garnacha blanca para la elaboración del blanco Caminante. Este año, como novedad, se han vendimiado las cepas de Xarel·lo que fueron plantadas hace ya 3 años, y por tanto producían uva por primera vez.

Los blancos tienen un buen equilibro, buena acidez y una gran carga aromática, por lo que este 2019 será una muy buena añada para los blancos. El vino elaborado con las uvas de Xarel·lo tiene una excelente calidad: muy aromático, con cítricos y flores, una muy buena acidez, mucha complejidad y mineralidad; lo que resultará en un gran vino que llevará por nombre Clos Adèle.

La Garnacha negra para el rosado Caminito se vendimió el 3 de septiembre. El rosado tiene un color muy pálido, con mucha mineralidad gracias al terroir de granito de Terra Remota y aromas florales y de fruta fresca.

La vendimia de las variedades tintas siguió el 9 de septiembre con la Syrah, el 19 de septiembre con la Tempranillo para Tan Natural, el 23 de septiembre con la Cabernet sauvignon y el 3 de octubre con el resto de Garnacha negra. Cada parcela ha sido cosechada a su punto óptimo de maduración gracias a las lluvias del 10 y el 21 de septiembre, que permitieron a cada parcela de seguir su maduración sin ningún bloqueo de maduración de taninos.

Los vinos tintos tienen mucha calidad, con mucha fruta, taninos ya suaves, con frescura y elegancia. Les falta ahora hacer su crianza en fudres, depósitos de acero inoxidable y barricas según cada lote y variedad.

De manera general, estamos muy contentos con la cantidad y especialmente con la gran calidad de los vinos blancos, rosados y tintos de 2019, que promete de ser una gran añada.